domingo, 31 de diciembre de 2017

No te salves

Nunca he sido yo muy de hacer balances al final de año, quizá porque no concibo el tiempo de una forma completamente lineal, pero este ha sido un año de muchos cambios, largo e intenso. Haciendo balance desde fuera (incluso desde dentro) podría parecer un año regular; acaba el año y no logro ni acercarme a esa sensación de equilibrio que tanto anhelo.
No he terminado mi poemario (ya van seis años desde que lo empecé), no he conseguido cerrar esa herida que es más vieja aún que mi poemario, he hecho daño que podía haber evitado a personas a las que aprecio, no he tenido ninguna experiencia lisérgica clarificadora o sanadora, no he logrado ahogar a mi EGO, he tenido menos sexo del que he necesitado, se me ha instalado un dolor crónico y me he hecho mayor así de repente algún día del 2017.
Desde luego no puede decirse que sea un gran año, sin embargo, he aprendido a gestionar algo mejor la frustración, a guardar el látigo cuando meto la pata para tratar de no volver a cometer el mismo error en lugar de hundirme en las arenas movedizas de la culpabilidad, he aprendido a detectar lo que quiero, a pedirlo y salir a buscarlo, si no me lo dan. He conseguido no dejarme arrastrar por los deseos de los demás, verme con simpatía, condescendencia y me he reído de mí misma en este año más que de nadie en toda mi vida. 
Pero sobre todo, he decidido no salvarme en este año ni en los que vendrán.



jueves, 14 de diciembre de 2017

La grande bellezza

Nos empeñamos en conseguir rostros perfectos y cuerpos esculturales cuando lo que realmente hace hermosa a una persona son la sonrisa y la inteligencia. Por ese orden.

domingo, 10 de diciembre de 2017

The greatest

Eran otros tiempos y podías permitirte ver tres películas al día o encerrarte un fin de semana con un libro para poder saborearlo y masticarlo hasta fundiros en uno para siempre. Ahora lees en el metro cuando tienes espacio para abrir el libro, ves series para evadirte y, de vez en cuando, alguna película que logra fascinarte y devolverte a la vida.

Eran otros tiempos, no sólo por eso, sino porque nada era grave y sabías que todo iba a cambiar en cualquier momento. Incluso a veces te resistías perezosamente a ese cambio. Ahora sólo ves una autopista recta de la que no eres capaz de vislumbrar el final, pero te lo imaginas y deseas secretamente alcanzarlo, no puede ser peor que ese largo viaje con el aire acondicionado estropeado.

Eran otros tiempos, aún había esperanza en lo que vendría. 

Eran otros tiempos, las canciones eran himnos y eso bastaba. Ahora son a lo sumo algo que colgar en el facebook con la esperanza de compartir ese sentimiento con alguien más. 

Eran otros tiempos, combatías la ansiedad con drogas ilegales, música alta, sexo y alcohol. Ahora lo intentas, pero sólo consigues empeorarlo.

Eran otros tiempos, pero a quién le importa.




sábado, 2 de diciembre de 2017

Confesiones de un conejo solitario

Sábado:

Have we got an army
And were gonna do it tonight
Do do do it tonight
Yeah they're gonna 
Pay pay pay pay it tonight
Do do do it tonight