viernes, 17 de noviembre de 2017

Yo para ser feliz quiero un... avión

Desde que tengo uso de razón, me excita viajar en avión, no hablo de "excitación" como entusiasmo o ilusión me refiero a ponerme cachonda. Por supuesto, cuando era pequeña no era más que una especie de cosquilleo, algo que no era capaz de explicar muy bien. No fue hasta años más tarde que me he dado cuenta del carácter sexual de ese (por aquel entonces) inocente placer.
Hay algo en el despegue y el aterrizaje que me recuerdan al acto sexual: primero viene la emoción, luego el rubor y el relax de dejarse mecer por los movimientos suaves, los cambios de ritmo, los movimientos bruscos...Y en ese momento la imaginación se dispara y ya no hay quien pare ese torbellino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario