domingo, 19 de julio de 2015

No digas que no te he avisado

Tendemos a creer que los psicópatas son esas personas (generalmente hombres) que salen en las películas americanas de asesinatos en serie o en los programas sensacionalistas de las mañanas. Pero nos equivocamos de cabo a rabo. Lo más seguro es que todos y cada uno de nosotros hayamos convivido en algún momento de nuestras vidas con uno de ellos sin darnos cuenta.
Según los psicólogos la característica fundamental que define a un "psicópata" es su profunda y absoluta falta de empatía. La empatía está relacionada con las neuronas espejo y según estudios las mujeres tienen generalmente mayor número de éstas (pero no os engañéis, también hay mujeres psicópatas).
Otro rasgo bastante determinante es el egocentrismo y narcisismo, lo cual no aclara mucho ya que, salvo honrosas excepciones, todos los humanos estamos afectados por este mal. Pero en su caso es tan exagerado que se ven a sí mismos como el centro del universo de tal forma que consideran que las normas no son para ellos y viven según las suyas.
Por otro lado no parecen tener ninguna preocupación por las consecuencias de sus actos, no porque no sean conscientes de las repercusiones, sino porque no son capaces de sentir culpa o remordimiento.

Pero con todo esto suelen ser personas carismáticas o amables y simpáticas de manera superficial. Así que es muy posible que tu novia, tu jefe o tu mejor amiga lo sea y no te hayas dado cuenta.

No digas que no te he avisado.

Probablemente mi psicópata favorito de la historia del cine y, ya que estamos, uno de los ejemplos más claros de cómo una película  puede mejorar la novela en la que se inspira.